
Un triunfo para los inmigrantes ha significado el caso de este hondureno Carlos Oliva Guillen que se quedara en EEUU para cuidar de su hijo enfermo.
Carlos Oliva-Guillén sale del Centro de Detencion y podra quedarse para cuidar de su hijo que padece de una enfermedad poco usual
NUEVA JERSEY – El inmigrante hondureño Carlos Oliva-Guillén fue uno de los muchos inmigrantes que iban a ser deportados de Estados Unidos al estar indocumentado, pero debido a la inusual enfermedad de su hijo y al apoyo de la comunidad salió este martes del centro de detención y puede quedarse en el país.
Después de una campaña en la que han participado organizaciones de inmigrantes como Faith Communities, PICO y Dreamers, Carlos, que fue enviado la semana pasada al centro de detención La Salle (Luisiana) para ser deportado a su país natal, podrá quedarse en Estados Unidos. Debido a que el hijo menor de Oliva-Guillen, de 26, y su novia, Emily Navas, de 21, tiene una enfermedad poco usual que se conoce como hiperinsulemia, Carlos fue liberado en la ciudad de Newark, del estado de Nueva Jersey.
Los médicos pidieron muestras de sangre urgentes de Oliva-Guillén para poder dar un tratamiento adecuado al bebé gracias a lo que, junto con la ayuda de las organizaciones, el padre del niño no fue deportado.
Es «duro» tener un hijo enfermo y ver cómo lo pasan de un hospital a otro mientras estás sola porque tu pareja se encuentra retenido, explicó Emily Navas, madre del enfermo.
«Me siento feliz de poder estar ahora reunido de nuevo con mi familia y mi niño cuando pensé que iba a ser deportado», dijo Carlos al explicar que si hubiera tenido que volver a su Honduras habría vuelto a pasar la frontera para reunirse en Estados Unidos con su familia.
Sin embargo, el caso de Carlos no es un hecho aislado, las deportaciones a inmigrantes ya han afectado a dos millones de personas en Estados Unidos.
Por esa razón Emily Navas, que también es miembro de la organización New Jersey Communities United, pidió a el presidente Barack Obama que pare «de una vez» las deportaciones de inmigrantes mientras en el Congreso se discute la reforma migratoria.
Los inmigrantes «no tienen culpa ninguna» ni han hecho nada malo por querer labrarse un futuro mejor, subrayó.