► LEONARDO FAVIO: SERIA JODIDO QUE ME DOLIERA EL ALMA…

El cantautor y cineasta argentino Leonardo Favio falleció el lunes en Buenos Aires tras una prolongada enfermedad. El autor de ‘O quizás simplemente le regale una rosa’ deja un legado artístico que ya lo ha inmortalizado. Siempre vivirá en su obra.

Cuando Leonardo Favio hablaba durante sus conciertos se refería siempre a ‘O quizás simplemente le regale una rosa’ como su canción»más simple… y la más querida».

Bromeaba y señalaba que era «un estreno», una canción que había ensayado por la tarde con sus amigos (los músicos) para traerla al concierto.

Luego de las primeras estrofas volvía a hablar y preguntaba: «¿No es cierto que es un estreno?» y reía.

«Reverdece en el corazón de los pueblos cada vez que la canto», señalaba Favio. «Por donde voy, por donde voy… República Dominicana, Ecuador, Colombia… por donde voy. Miles y miles y miles de voces se reproducen y cantan ‘O quizás simplemente le regale una rosa'».

Y luego se proyectaba hasta después de su muerte. «Esta canción que yo sé cuando llegue el momento de empacar para no retornar, ustedes me recordarán y dirán: ‘Se fue el de la rosa…'».

«Esta canción que es más viejita que las anteriores, sólo que la grabé después», señalaba refiriéndose a su tema. «Tal vez la más simple de mis canciones… y la más querida». Y luego explicaba: «Esta canción habla idiomas que yo ignoro. Ha sido traducida y grabada por tantas grandes figuras».

Y después volvía a proyectarse. «Gracias a esta mi canción, cuando llegue el momento de empacar para no regresar, ustedes me recordarán y yo, desde los cielos (o desde los infiernos) les estaré bendiciendo y agradeciendo por esta hermosa vida que me han regalado, que me permite andar por los escenarios del mundo traficando… canciones».

«Porque yo corté una flor… y llovía, llovía», entonaba finalmente para concluir el tema durante uno de sus últimos conciertos, en el United Palace de Nueva York. «Que me alegre tu canto, que alegre tu risa, que se alegre el silencio, tu mirada y la mía».

► O QUIZAS SIMPLEMENTE TE REGALE UNA ROSA…

► LA NOTICIA DE SU MUERTE…

Murió Leonardo Favio

El director de cine falleció a los 74 años

  • Foto

Fuad Jorge Jury, más conocido como Leonardo Favio, murió a los 74 años en el Sanatorio Anchorena, según confirmaron fuentes cercanas al artista a Teleshow.com.Él se encontraba internado desde hacía un tiempo, luego de varias complicaciones de salud como consecuencia del agravamiento de un cuadro de afecciones crónicas que sufría desde hacía años y que en los últimos tiempos había provocado un marcado deterioro en su estado general.

A fines de agosto de este año, Leonardo Favio tuvo un merecido homenaje en la Cámara de Diputados. El director de cine recibió el Diploma de Honor Presidente Néstor Kirchner «por su trayectoria artística y sus convicciones intransferibles».

En septiembre estuvo internado en el Sanatorio Anchorena, en terapia intensiva, debido a un fuerte cuadro de neumonía.

Según informó Intrusos, sus restos serán velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso desde las 20 horas.

 El creador de los filmes «Juan Moreira», «Nazareno Cruz y el lobo», «Perón, sínfonía del sentimiento», «Gatica, el mono» y «Aniceto» se destacó también como productor, cantante, actor, compositor y guionista.

Leonardo Favio nació el 28 de mayo en 1938 en la provincia de Mendoza y su infancia la pasó en Luján de Cuyo, sumido en la pobreza.

Favio construyó a lo largo de una extensa carrera artística y, fundamentalmente desde el cine, una estética personal en la que reconoció y expresó una filiación y pertenencia ideológica, resaltando la dimensión afectiva que incorpora a la política argentina el Peronismo como novedad histórica.

Llega a Buenos Aires antes de los ’50 para el servicio militar y años después impresiona a directores como Leopoldo Torre Nilsson, que buscan para sus películas personajes jóvenes con contradicciones.

De la mano de Torre Nilsson apareció en películas memorables, como «El secuestrador» (1958), «La casa del ángel» (1960), «Fin de fiesta» (1961), que lo impusieron como actor, mientras que comenzaba a la ganarlo la idea de convertirse él mismo en director, tarea en la que comenzó con un par de cortos, debutando en el largometraje con una obra maestra que tituló «Crónica de un niño solo» en 1964.

En esa época comienza su carrera como cantante, obteniendo una fuerte respuesta popular y masiva con temas propios y ajenos
que se convirtieron en éxitos del momento como «Ella ya me olvidó», «Fuiste mía un verano» y «Para saber lo que es la soledad». «Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza, y unas pocas cosas más», es el título completo de la segunda película de Favio, que estrenó en 1967.

Adaptación del cuento «El cenizo», de su hermano Jorge Zuhair Jury, esta segunda película tuvo como figuras principales a Federico Luppi (su primer protagónico en el cine), Elsa Daniel, María Vaner y al hasta entonces locutor Edgardo Suárez.

En 1967 se une a María Vaner, con quien convivió hasta 1973, actriz que debió marchar al exilio en 1974 con los dos hijos de
ambos, luego de ser amenazada por la Triple A. Favio siguió el camino de Vaner, a partir del establecimiento de la dictadura militar en 1976, pero no fue a España como su ex mujer sino que se estableció en Colombia, vinculándose sentimentalmente con Carola, su segunda esposa.

En 1972 fue invitado por Juan Domingo Perón a acompañarlo en el chárter que lo regresaría a la Argentina tras su largo exilio el 17 de noviembre.

Con la vuelta a la democracia en 1973, y en coincidencia con su activa militancia política que volvía al primer plano, Favio lanzó la que se convertiría en su una suerte de obra cumbre, «Juan Moreira», estrenada el 25 de mayo de ese año.

Inspirada en el relato homónimo de Eduardo Gutiérrez, pero con la impronta de su hermano Zuhair Jury y la locura que él mismo le aportó pudo contar la historia de este antihéroe y su relación con la política, la violencia y la muerte.

En junio de 1973 fue designado para conducir el acto del retorno definitivo de Perón a la Argentina, el 20 de junio, que derivó en un enfrentamiento armado entre diferentes corrientes conocido como la Masacre de Ezeiza, en el que el artista intentó detener la violencia, sin conseguir su propósito de detener la tragedia que lo marcó a fuego.

En 1975 estrenó «Nazareno Cruz y el lobo», inspirado en una radionovela del escritor Juan Carlos Chiappe, película con la que llegó a la cumbre del éxito. Si bien no existe un registro exacto de los espectadores que la vieron, se sigue considerando al filme de Favio protagonizado por Juan José Camero y Alfredo Alcón, como el más taquillero de la historia del cine nacional,superando incluso a «El santo de la espada» y «El secreto de sus ojos».

Los personajes elegidos por Favio en esta etapa están condenados a un destino trágico, sean míticos, fantásticos, o los reales de «Soñar, soñar», su película menos vista, en la que reunió a Carlos Monzón con el cantante Gian Franco Pagliaro, estrenada en coincidencia con el golpe militar de 1976.

Durante buena parte de la dictadura, Favio emprende su vuelta a la balada romántica, con la que recorrió toda América Latina y con la que logró imponerse en varios países, un paréntesis de cine que se extendió hasta 1987.

De esos tiempos son discos como «En concierto en Ecuador» (1978), «Aquí está Leonardo Favio» (1983), «Yo soy» (1985), «Amar o morir» (1987), “Más que un loco” (1988), además de numerosas presentaciones en vivo frente a multitudes. «Gatica, el mono» (1993) lo llevó a la reconstrucción histórica, viajar hasta la década del ’50, el momento en que coincidieron el púgil José María Gatica con Juan Domingo Perón, una obra para la que convocó al entonces debutante Edgardo Nieva, reencuentro de Favio con el mejor cine y el éxito.

Si bien nació como un encargo, el documental «Perón, sinfonía del sentimiento» (1999) se convirtió en una de sus obras más personales, tanto por el tema y la pasión que implicaba, como por su forma de encarar una historia que parecía inabarcable.

El filme fue dedicado a Héctor J. Cámpora, Hugo del Carril, Ricardo Carpani, Rodolfo Walsh y al grupo de trabajadores y estudiantes del Grupo Cine Liberación, que impulsaron Fernando Solanas, Octavio Getino y Gerardo Vallejo.

Favio volvió a la carga con un sueño: el de convertir en ballet cinematográfico a «Aniceto», tal como se llamó el filme protagonizado por Hernán Piquín, con música de Iván Wyszogrod, que ganó nueve premios Cóndor de Plata.

Su último trabajo fue «La buena gente», uno de los cortos integrantes del grupo de los dedicados al Bicentenario producidos por la Secretaría de Cultura de la Nación.

En carpeta Favio atesoraba «El mantel de hule», una historia en la que incluiría muchas referencias personales relacionadas con su infancia en Mendoza.

De todos los grandes creadores de la historia del cine nacional, Favio fue el más genuino y el más identificable, curiosamente también el más exitoso.

En su última aparición frente a público al recibir en 2009 los Cóndor de Plata por «Aniceto» predijo: «Nadie podrá decir de mí que fui un desagradecido», y lo demostró agradeciendo el presente político y cultural de la Argentina, «…con el que soñaba desde chico».

En una entrevista reciente, el artista había destacado que «hay que tener dignidad para morir».

► ELOGIAN LA OBRA DE LEONARDO FAVIO…

El legendario compositor, cineasta y cantante argentino, Leonardo Favio, deja una obra que lo hará vivir por siempre.

Buenos Aires, 6 de noviembre (Télam).- La obra, la personalidad y el tránsito de Leonardo Favio, fallecido en el mediodía de ayer a los 74 años, sigue siendo motivo de homenaje.

La Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, entidad que lo premió asiduamente, definió a Favio como a “uno de los más brillantes artistas del cine nacional”.

“Hemos perdido a uno de los más grandes, pero su obra quedará por siempre”, destacó un comunicado de Cronistas que recordó que el 11 de junio pasado le entregó al artista un Cóndor de Plata a la Trayectoria.

Desde la música y la cultura popular, el juglar Ariel Prat reflexionó que “se fue Leonardo Favio…recojo su pañuelo. Hasta siempre maestro, artista genial, con toda la locura criolla posible e imposible de igualar. Nos vemos con la Pachamama”.

El actor Juanjo Camero, protagonista de la notable “Nazareno Cruz y el lobo”, no solamente se detuvo en los valores artísticos del autor de “Crónica de un niño solo” y “Gatica, el mono”, sino que lo presentó como “un luchador cabal que peleó toda la vida por lo que sentía y por lo que pensaba”.

También los integrantes del Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken, manifestaron “su profundo pesar por la muerte de Leonardo Favio, un realizador, autor, cantante, adaptador y actor que forjó una de las páginas más memorables de la historia del cine argentino”.

“Su filmografía -consignaron- lo destacó como un creador auténtico que supo plasmar historias donde subyacen la sensibilidad, la fuerza poética y el compromiso”.

La Directora del Museo del Cine, Paula Félix-Didier, señaló que “en el cine de Favio convive el cineasta cabal, de exquisita sensibilidad artística, con el hombre comprometido con los problemas y la realidad de su tiempo y de los más débiles”. (Télam)

Nos deja sus canciones…

► ELLA YA ME OLVIDO…
► ELLA YA ME OLVIDO…
► FUISTE MIA UN VERANO…

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s